Espondilitis Anquilosante

La espondilitis anquilosante es una enfermedad inflamatoria que afecta a la columna vertebral, principalmente en la articulación del sacro con los huesos ilíacos y, con menor frecuencia, otras articulaciones periféricas.
Afecta más a los hombres que a las mujeres, con una relación 7/2; aunque actualmente es detectada cada vez con mayor frecuencia en las mujeres.
Se desconocen las causas involucradas en su aparición. Hace ya varios años se encontró que más del 90% de las personas con esta enfermedad poseían un antígeno de histocompatibilidad HLA - B27, que al parecer estaría involucrado. El mecanismo por el cual dicho antígeno desencadenaría la enfermedad se desconoce, algunos autores señalan que es a partir de una infección, la que produciría el desarrollo de una respuesta inmunológica alterada.
La mayoría de las personas presentan entre 20 y 40 años de edad en el momento en que aparece el cuadro, siendo excepcional el comienzo luego de los 45 años.


Cuadro clínico

Las manifestaciones comienzan habitualmente en forma insidiosa, con leves molestias que persisten por varios meses o años. El dolor en la columna constituye uno de los primeros síntomas, asociado a sensación de rigidez en la misma.
Las molestias o el dolor pueden ser referidos también a las nalgas y la parte posterior de los muslos. En ocasiones pueden ser confundidos con una ciática, con la diferencia que no tiene adormecimiento del miembro.



La mayor intensidad del dolor es por la madrugada, por lo que la persona debe levantarse y caminar durante unos minutos. Tanto la rigidez como el dolor persisten durante todo el día, pudiendo intensificarse al realizar algún esfuerzo, estornudar o toser.
El cuadro persiste de esta manera durante muchos meses, alternando períodos de remisión con períodos de gran intensidad.
En las fases más avanzadas se produce una contractura de los músculos que rodean a la columna, la cual se vuelve rígida y se modifican sus curvaturas normales.
Las articulaciones de las manos se ven comprometidas también con el paso de los años.
No sólo las articulaciones están afectadas, ya que los pulmones, el ojo, corazón y el sistema nervioso central se lesionan.


Tratamiento

El objetivo primordial del tratamiento es eliminar la inflamación de las articulaciones y prevenir el desarrollo de la rigidez de la columna, sobre todo en posiciones viciosas.
Los medicamentos antiinflamatorios son utilizados para aliviar la inflamación y el dolor, con lo que el paciente puede llevar una vida normal y puede practicar ejercicios adecuados para mejorar la espondilitis.
Con la quiropraxia se han obtenido resultados muy satisfactorios.
El reposo absoluto está totalmente desaconsejado, pero es importante realizar un reposo de tipo relativo en el sentido de buen descanso nocturno y reducir la actividad física.
La práctica de gimnasia, resulta muy beneficiosa para prever la rigidez tanto de la columna como de las articulaciones periféricas.