La coxigodinia puede originarse después de una caída, de un parto, sucesivos esguinces, torceduras u operaciones quirúrgicas. En algunos casos la causa es desconocida. El dolor puede desaparecer por sí solo o con tratamiento, o puede continuar durante años e incluso agravarse. Es cinco veces más común en mujeres que en hombres, probablemente porque la pelvis femenina deja el cóccix más expuesto. Parece ser que en la mayoría de los casos, el dolor está causado por un cóccix inestable, que ocasiona una inflamación crónica.
Los ensayos médicos han demostrado que la coxigodinia puede curarse en la gran mayoría de los casos, si se proporciona el tratamiento adecuado. Sin embargo, encontrar un médico que pueda realizar un diagnóstico adecuado de la enfermedad y proponer tratamientos efectivos es difícil, y muchas personas sufren dolor durante años.