Hernia de Disco

Anatómicamente, un disco intervertebral, tiene una consistencia pulposa, que actúa como separador, amortiguador y unión de las vértebras y vive en un habitáculo, en el que piso y techo son vértebras y las paredes están formadas por un fibrocartílago, como si fuera un reten, que lo contiene herméticamente. Cuando por diversas causas, generalmente esfuerzos, se rompe este anillo fibroso, el disco sale por esta puerta, comprimiendo todo lo que encuentra a su paso, que habitualmente son los nervios radiculares. Esta compresión puede ser causa de algias o neuritis graves.



Una hernia de disco no es una enfermedad, es un accidente que se produce en condiciones psicofísicas determinadas y que por la lentitud de su recuperación, siembra la incertidumbre en los pacientes.
El principal síntoma es el dolor del nervio; éste se inicia en la región cervical, recorriendo el brazo y llegando hasta la mano y dedos, con una sensación aguda de quemazón o laceración, que obliga al paciente a tomar innumerable cantidad de analgésicos y a buscar la posición de menor dolor. El padecimiento es tan intenso que cuesta tanto acostarse como levantarse o hacer movimientos tan simples como ir al baño, toser o estornudar. Todos los movimientos son lentos y cuidadosos.


El espasmo doloroso se extiende a los músculos espinales, que tienden a contracturar y bloquear la columna, dejándola rígida, para impedir cualquier nueva compresión del nervio, a ésto se lo denomina espasmo protector. Ciertamente, semejante dolor, cambia el carácter de la persona, que viendo correr los días sin soluciones, se irrita e irrita a quienes lo rodean.
En el examen clínico es importante ver el estado general del paciente, ya que este nos dará la magnitud de la hernia, con una lesión del nervio que va desde el dolor a la invalidez del brazo afectado. Un nervio lleva el impulso eléctrico, desde la médula hasta los músculos; un disco herniado interrumpe este flujo, dejando esos músculos sin gobierno, dando el llamado nervio paralizante. Fuera del interrogatorio y la clínica, esta afección se corrobora con estudios que no son de los más sencillos, ya que los discos son transparentes a los rayos X y para poder verlos hay que teñirlos con una sustancia de contraste. Antes, estos estudios eran incómodos para cualquiera, pero hoy la tomografía computada o los estudios de resonancia magnética, la situación cambió, obteniéndose mejores resultados y sin riesgos. 


Ahora entremos en una de las más interesantes preguntas: cómo se cura ?

Un disco cuando está fuera de lugar, no tiene opciones valederas, o sea lo reubica o se lo saca. Estas drásticas soluciones están basadas en que siendo una afección tan común, se ha creado todo tipo de tratamientos, en ocasiones no tan exitosos o de poca base científica y esclarecer el tema, es imperioso. Muchas veces el paciente recorre diversos consultorios esperando que alguien le diga lo que él quiere oír, y que no siempre es la realidad. En otras palabras, el paciente no debe transformarse en una víctima del comercio de algunos inescrupulosos.
Un disco se reacomoda por medio de quiropraxia que logra reubicarlo en las llamadas "zonas mudas" en las que no comprime ningún nervio pudiendo vivir el individuo por años sin dolor.
Muchas veces el reposo absoluto logra efectos beneficiosos, ya que el disco tiende a volver a su lugar, dándole tiempo y evitando la sobrecarga de columna.
Otro método es el quirúrgico, que va dirigido a la extirpación del disco.