Pie Plano

En condiciones normales el apoyo del pie no se realiza sobre toda la superficie de la planta sino que presenta un arco interno que lo eleva en su parte media formando lo que se conoce como "puente" o "empeine".
Cuando se produce una pérdida o hundimiento de este arco y la planta apoya completamente sobre el suelo se habla de pie plano.


Causas

El arco del pie se desarrolla a lo largo de la primera década de la vida, no se nace con él. Todos los niños pequeños hasta alrededor de los cuatro a seis años tienen un pie plano que se considera normal porque sus pies aun no han evolucionado hacia el del adulto.
Si pasados estos años persiste la ausencia de arco sí que estamos ante un pie plano, que en los niños suele ser laxo, es decir elástico y flexible, aunque con el tiempo, en los adultos, constituirá una deformidad rígida. Estos casos afectan siempre a los dos pies.
Los pies planos llamados rígidos en la infancia obedecen a deformidades congénitas en los huesos del pie que pueden manifestarse ya al nacimiento, como el astrágalo vertical o durante el crecimiento como las sinóstosis óseas. Estos tipos de pies son mucho menos frecuentes.
El pie plano del adulto o adquirido, se debe a múltiples causas que afectan a las distintas estructuras del pie tales como enfermedades inflamatorias reumáticas como la artritis reumatoide, gota, traumatismos y fracturas, evolución de unos pies planos infantiles etc. En todos los casos anteriores, según la causa, se pueden afectar uno o ambos pies.
Con frecuencia se acompaña de alteraciones en la normal alineación del talón, siendo lo más frecuente el desplazamiento hacia fuera del mismo o valgo – mayor desgaste de la parte de dentro del tacón del zapato -, denominándose entonces pie plano valgo.


El pie plano laxo de los niños suele ser indoloro, solo duelen en situaciones de actividad física intensa, uso de calzado inadecuado y aumento de peso. Los padres suelen darse cuenta por el desgaste excesivo de los zapatos.
Los pies rígidos en la infancia dan lugar a deformidades evidentes al nacimiento en algunos casos o a la disminución de la movilidad del pie y dolor en otros.
El pie plano del adulto suele ser doloroso dependiendo del grado de afectación y de su causa. El dolor en general se produce solo durante el apoyo, pudiendo llegar a impedir o dificultar en gran medida el caminar a algunos de los pacientes. Produce también deterioro exagerado del calzado y una deformidad evidente en el pie.